Actualmente conocemos el método rudimentario que se usa para conservar un órgano en buen estado cuando éste va a ser trasplantado a otra persona que necesita de él. Se conserva en hielo. Pero esto no siempre funciona, y además no asegura que se vaya a adaptar al receptor.
En la Universidad de California, han experimentado con una máquina que mantiene el órgano latiendo y caliente hasta que éste es trasplantado al donante. Además de conseguir con ello que el órgano llege en perfecto estado, permite evaluar la compatibilidad con los demás tejidos. Es capaz de identificar posibles rechazos, ya que el órgano puede probarse en la máquina durante un periodo de tiempo.Este descubrimiento aún no ha sido aprobado por la FDA y sigue siendo un experimento, a pesar de que en California ya se ha utilizado con seres humanos. Esperemos que pronto se permita su utilización en clínicas y hospitales.
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